viernes, 18 de diciembre de 2009

Lejos, lejos, lejos... lejos de vos, lejos de mí, lejos de todos. ¡ESO NECESITO! Necesito irme lejos y empezar donde nadie me conozca. Necesito irme donde nadie sepa ni siquiera que existía. Necesito irme para terminar con la locura (¿o seguiré siendo una "loca nueva" en algún otro lugar?). Necesito irme y alejarme. ALEJARME.
Necesito irme pero no quiero dejarte acá, ni tampoco llevarte. Te quiero lejos pero lejos tuyo no puedo. No puedo, no es que no quiero, NO PUEDO. Diría mi mejor amigo: "Sos mi droga más sana" y la única que me hace efecto agregaría yo.
Irme es una de mis prioridades, pero no uno de mis deseos. Es algo así como tener que ir al colegio, es una obligación, una necesidad pero no por eso es algo que deseamos hacer. Necesito irme y empezar de nuevo. Nuevo, nuevo, nuevo... ¿año nuevo, vida nueva? Qué mentira por favor. Mirá si una persona va a cambiar de vida porque cambia el año. Okei, me voy por las ramas.
Retomemos.
Lo nuevo me asusta. Necesita muchos cuidados y no soy, digamos, una persona responsable. Mirá lo que le pasó a mi Nokia, al mes de comprármelo ya estaba todo rajado. No sé cuidar las cosas, no me sé cuidar. Por eso necesito irme. Irme donde nadie me necesite y yo, a pesar de saber que siempre voy a necesitar, pueda sentirme un poquito más autosuficiente.
Según Cesar, moriría si fuera al espacio sola (véase que el año pasado hicimos el test de autosuficiencia en el colegio y yo dije que llevaría un fósforo y bengalas para hacer luces... otro día sigo con ese relato, es realmente interesante). Pero la soledad me da paz.
Y paz es lo que quiero. ¡DAME PAZ Y DAME GUERRA! Pero por ahora la paz sola, más tarde veremos lo de la guerra.
En fin, una isla desierta en la luna no me vendría nada mal. Igual, te extrañaría TANTO.

No hay comentarios: