Si quieres (¡Quiero!) te cuento los cuentos que tú me contabas. Si quieres (¡Mujeres!) te escribo una lista con nombres y camas. Si quieres me sigo creyendo que fuiste una santa (¡Anda ya!). No tienes perdón. Cómo tienes la poca vergüenza de entrar en mi casa. Cómo tienes valor de llamar por las noches a ver qué me pasa (¡Qué guasa!). Cómo tienes la lengua tan larga y la risa tan falsa. No tienes corazón. Y mírame a la cara. Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Tuviste muy poco respeto y muy poco cuidado. Hiciste que fuera el payaso en tu circo privado. Dejaste un imbécil muy grande en mi frente pintado. No tienes perdón. Ahora entiendo el afán por viajar con tu hermana a la habana o las cenas aquellas con tus compañeras una vez por semana, y los viejos amigos y algún que otro primo que ya peinan canas. No tienes corazón. Y mírame a la cara.Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Y mírame a la cara. Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Un café mire ud. a un primo hermano, corto de café, largo de quijano. Y me debes año y medio, mucha sangre tú me debes. Y tu culpa es mi remedio. Sean benditos tus deberes. Y mírame a la cara. Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Y mírame a la cara. Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Y mírame a la cara. Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Y mírame a la cara. Y atrévete a negarme que conoces tantas camas como historias que contarme. Mejor no des detalles, prefiero que te calles, que me evites que te halague con piropos y verdades. Y mírame a la cara (¡Cara dura!). Y atrévete a negarme. Y dímelo en la calle. Mejor no des detalles. Prefiero que te calles. Si no me quieren, no me quieren (¡Nadie se muere!). Así está el tema, qué dilema. Y Joaquín, ¿tú qué opinas?
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