miércoles, 23 de septiembre de 2009

Soy victima de un dios frágil, temperamental, que en ves de rezar por mi se fue a bailar (se fue a la disco de un lugar). Quiso mi disfraz, vivir como un mortal. Como no logró matarme me regaló una visión particular. Volutas de humo, titilo a su encuentro. Siento el fulgor y quiero entrar. Soy victima de un dios, díscolo y muy singular, que a su antojo fiel me arrebató a mi mujer y la interno en un lupanar que él administró como chulo, un gran señor. Y llegó hasta el fin, de confundir su impunidad, se creyó omnisciente. Volutas de humo, titilo a su encuentro. Siento el fulgor y quiero entrar. Lo regalado es mío y se acabó: no lo devuelvo. Lo regalado es mío y se acabó: no lo devuelvo. Lo regalado es mío y se acabó: no lo devuelvo. Soy victima de un dios, frágil, temperamental, que en ves de rezar por mi se fue a bailar a la disco de un lugar.

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